martes, 17 de mayo de 2016

Tacos Don Chava.

En mi búsqueda por el santo grial del taco, he ido a parar en taquerías de más de 15 estados del territorio nacional mexa y al menos en 5 países.

En este viaje me he encontrado con muchos charlatanes y extremistas; profetas de la soya, creyentes del queso cheddar, predicadores de la lechuga, del taco shell, adoradores del breakfast taco, militantes del ala más dura del tofu, lobbyists del taco vergano y demás lúmpenes; quienes, en pocas palabras, orbitan en la periferia de la tortilla. Exiliados; degenerados, expatriados del sabor.

En esta misma búsqueda también he tenido epifanías. He visto como se abre ante mí un nuevo universo en cada bocado.
Ustedes saben que es muy difícil encontrar un puesto o establecimiento en el cual, como en el Feng Shui, exista armonía entre todos sus elementos. Llámese precio; ubicación; ingredientes; variedad; salsas; cantidad de grasa, etc.

Encontrar un lugar como tacos don Chava; es en sí como si te absorbiera un agujero negro. Es como entrar en un vortex; como escuchar black metal por primera vez; como subir trotando descalzo el cerro del Cuatro a mediodía, como tomarte una caguama Dos Equis con escarcha…

A este lugar llegué invitado por uno de mis aliados en la cruzada contra el tofu; el Senséi Alexander VW, un tipo decente, que visita este templo con frecuencia una vez terminada una de sus arduas sesiones de Jiu Jitsu y, quien me estuvo anticipando la tripa por varias semanas, provocando una gran expectación.

Tengo que confesar que mis expectativas eran muy altas, pero al ver la devoción que tenían por los ingredientes; como por su cuchillo hablaba su espíritu y cortaba el humo, fue en ese momento que supe que mis estándares no importaban más nada y que lo único que quedaba por hacer era dejarme llevar por la experiencia.

Muy pocos maestros pueden preciarse de ser expertos en todo tipo de carnes y distintos métodos de cocción o cocinado. Requiere mucha habilidad poder perfeccionar el oficio del pastor, la asada y el chorizo. Poder dominar una plancha no es tarea sencilla. Sin embargo; hipnotizar una plancha y que haga exactamente lo que le pides mientras seduces a la estación del baño maría, y al mismo tiempo controlas el dificilísimo arte de freír tripas y no solo eso, sino también cocinarlas al dente (Alexander dixit). Simplemente, no cualquiera.

Se necesita ser un mercenario; un pirata; vivir con el cuchillo entre los dientes y el afilador en la mano; ver mas allá de lo evidente; manejar con suma maestría las temperaturas; dirigir a tu equipo de taqueros como quien capitanea un barco.
Se necesita ser muy cabrón para lograr todo esto.  Se necesita ser Zidane; Yuri Gagarin; Jorge Campos; Caín Velásquez, se necesita ser don Chava.

Gourmet callejero nunca se fue. Seguimos en la búsqueda del taco perfecto, y no me importa la etiqueta de mejor o peor. Pero te puedo asegurar sin temor a equivocarme, que si eres fiel a tu tradición garnachera y tu paladar tiene credibilidad en las calles, este lugar te va a gustar.

Vamos a no comentar más ná. Vamo a mantenerlo real.

Tacos Don Chava.

Manuel Acuña esquina Pedro Buzeta.